lunes, 24 de julio de 2023

Ni rastro de agua en los materiales de los que se formó la Tierra

 

El líquido elemento, pues, tuvo que llegar a nuestro planeta en un momento posterior a su nacimiento, y probablemente del espacio


El origen del agua de la Tierra es una cuestión que lleva enfrentando a los científicos desde hace décadas. Para unos, el líquido elemento llegó del espacio, a caballo de cometas y asteroides, que la liberaron a medida que iban cayendo sobre la Tierra primitiva. Para otros, el agua 'viene de origen', ya que estaba presente en las rocas a partir de las cuales se formó el planeta. Algunos, más conciliadores, optan por una solución intermedia y sostienen que la suma de toda el agua terrestre puede ser el fruto de la combinación de ambos procesos.


Y ahora, un estudio publicado hoy mismo en 'Science Advances' y capitaneado por investigadores del Caltech ha inclinado la balanza en favor de la hipótesis extraterrestre.

El trabajo, en efecto, muestra que los materiales que 'sobraron' tras la formación del Sol y que al acumularse dieron lugar a la Tierra primitiva estaban calientes y secos, es decir, totalmente deshidratados. Lo cual implica que el agua tuvo que haber llegado a nuestro mundo en un momento posterior de su evolución.

Una historia planetaria

Hace miles de millones de años, en el interior del enorme disco de polvo, gas y rocas que orbitaba nuestro joven Sol, se fueron fusionando cuerpos cada vez más grandes para, finalmente dar lugar a los planetas, lunas y asteroides que vemos hoy. Pero los científicos todavía están tratando de comprender los procesos que llevaron a esta 'génesis¡ planetaria, incluido nuestro mundo de origen.


Existen varios modos de acometer esta tarea, y uno de ellos es examinar los magmas que fluyen desde las profundidades del planeta. Las firmas químicas de estas muestras, de hecho, contienen un registro del momento y la naturaleza de los materiales que se unieron para formar la Tierra, de forma análoga a cómo los fósiles nos dan pistas sobre nuestro pasado biológico.


Aunque los humanos no tenemos forma de viajar al interior de nuestro planeta, las rocas de las profundidades de la Tierra sí que pueden salir a la superficie en forma de lava. Los magmas parentales de estas lavas pueden tener su origen a diferentes profundidades, como el manto superior, que comienza a unos 15 kilómetros bajo la superficie y se extiende unos 680 kilómetros hacia abajo; o el manto inferior, que empieza justo ahí y llega hasta el límite entre el núcleo y el manto, a unos 2.900 kilómetros por debajo de nuestros pies. Y así, como si fueran probando las diferentes capas de un pastel (el glaseado, el relleno, el bizcocho...), los científicos pueden estudiar magmas que proceden de diferentes profundidades para comprender los distintos 'sabores' de las capas de la Tierra: es decir, los elementos químicos que se encuentran dentro de cada uno de ellos y sus proporciones.


Sin embargo, y debido a que la formación de la Tierra no fue instantánea, sino que los materiales que la integran se fueron acumulando con el tiempo, las muestras del manto inferior y del manto superior brindan pistas de lo que sucedió en momentos diferentes del nacimiento del planeta. Así, en el nuevo estudio, el equipo descubrió que la Tierra primitiva estaba compuesta principalmente de materiales secos y rocosos: las firmas químicas de las profundidades del planeta, en efecto, mostraban una falta casi total de los llamados elementos volátiles, materiales que se evaporan fácilmente como el agua y el yodo.


En contraste, las muestras del manto superior revelaron una mayor proporción de volátiles, hasta tres veces más que las encontradas en el manto inferior. Con base en estas proporciones químicas los investigadores crearon un modelo computerizado que mostraba cómo la Tierra se formó a partir de materiales rocosos secos y calientes, y que una adición importante de volátiles esenciales para la vida, incluida el agua, solo ocurrió durante el último 15 por ciento (o menos) de la formación del planeta.

Por eso, el trabajo supone una contribución importante a las teorías sobre la formación de planetas, un campo que ha sufrido varios cambios de paradigma en las últimas décadas y que todavía se caracteriza por un intenso debate científico. En este contexto, el nuevo estudio hace predicciones importantes sobre la naturaleza de los componentes básicos de otros planetas terrestres de nuestro sistema, como Mercurio y Venus, que probablemente también se formaron a partir de materiales igualmente secos.

Del mismo modo, el trabajo supone un espaldarazo para las teorías que sostienen que el agua no estaba en el material original del que nació la Tierra, sino que llegó mucho más tarde, y muy probablemente del espacio.

ENLACES:

https://www.abc.es/ciencia/rastro-agua-materiales-formo-tierra-20230706125046-nt.html

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