martes, 16 de abril de 2024

馃敿 Radiaci贸n, la amenaza invisible para la colonizaci贸n de Marte

Gracias a la atm贸sfera protectora y al campo magn茅tico, en la Tierra estamos resguardados de esta agresi贸n


Imagen de la Tierra y Marte

La exploraci贸n del planeta rojo tendr谩 que hacer frente a numerosos retos, desde los efectos de la microgravedad hasta hongos espaciales, pasando por la radiaci贸n, una de las m谩s peligrosas.

Esta 煤ltima proviene principalmente de dos fuentes: del Sol (y sus tormentas solares) y del espacio exterior, galaxias lejanas, estrellas y supernovas. Las tormentas solares son muy dif铆ciles de predecir y liberan enormes cantidades de radiaci贸n en muy poco tiempo, principalmente en forma de protones. En la superficie de nuestro planeta, producen preciosas auroras en el cielo. Pero en el espacio exterior pueden ser realmente letales.

Por ejemplo, en agosto de 1972, entre las misiones 16 y 17 de Apolo, una serie de estas tormentas muy potentes caus贸 problemas y fallos en sat茅lites y sistemas de comunicaci贸n en la Tierra. Por suerte, ning煤n astronauta estaba en el espacio en ese momento, porque posiblemente no habr铆a sobrevivido.

Por su parte, la radiaci贸n espacial es una amenaza que est谩 presente de manera constante. Tambi茅n se compone principalmente de protones, pero adem谩s contiene elementos pesados como el helio o el hierro, mucho m谩s peligrosos y energ茅ticos. Estos son capaces de desintegrar los 谩tomos del material con el que chocan, ya sea las paredes met谩licas de una nave, un sat茅lite o una persona. En el proceso generan a su vez una cascada de part铆culas subat贸micas o radiaci贸n secundaria muy da帽ina. Es lo que se conoce como rayos c贸smicos.

Gracias a la atm贸sfera protectora y al campo magn茅tico, en la Tierra estamos resguardados de esta agresi贸n. Sin embargo, en un futuro viaje a Marte, los astronautas estar谩n expuestos a una cantidad 700 veces superior a la que llega a nuestro planeta. Un solo d铆a en el espacio equivale a la radiaci贸n recibida en la superficie terrestre durante todo un a帽o. Los efectos que esto tendr铆a sobre el ser humano son inciertos y dif铆ciles de evaluar.

Podr铆a causar graves da帽os en multitud de tejidos dependiendo de la dosis recibida. Entre otras cosas, podr铆a provocarle cataratas, dermatitis, esterilidad, afectaciones en la memoria y el sistema nervioso, problemas cardiovasculares, incluso mutaciones permanentes en su ADN y c谩ncer.

Por eso, es necesaria m谩s investigaci贸n para proteger a los cosmonautas, como la llevada a cabo en el GSI Helmholtz Centre for Heavy Ion Research, en Alemania, el 煤nico en Europa capaz de simular rayos c贸smicos.

En busca de materiales inmunes a la radiaci贸n

En general, la mejor protecci贸n consiste en resguardarse tras gruesas paredes o pantallas protectoras, como un muro de hormig贸n o los delantales de plomo que llevan los radi贸logos.

El problema es el elevado peso que supondr铆a fabricar naves espaciales de estos materiales. En su lugar, se suele utilizar el aluminio, mucho m谩s ligero. Sin embargo, aunque escudarse tras un panel de este metal pueda proteger de buena parte de la radiaci贸n de baja energ铆a, como la mayor铆a de protones, los elementos m谩s pesados y energ茅ticos lo atravesar铆an, da帽ando la estructura y alcanzando a los astronautas del interior de la nave.


En caso de un evento solar importante, los astronautas de la Estaci贸n Espacial Internacional han de refugiarse en zonas m谩s protegidas de la nave, como el m贸dulo ruso Zvezda (en la imagen). NASA / Wikimedia Commons, CC BY

As铆 pues, de cara a una futura misi贸n a Marte es necesario desarrollar materiales mucho m谩s eficientes. Entre ellos, debido a su peque帽o tama帽o y bajo n煤mero at贸mico, los que poseen un alto contenido de hidr贸geno son posibles opciones.

El agua, por ejemplo, se podr铆a almacenar de manera estrat茅gica en las paredes de la nave para crear una especie de escudo. Por desgracia, este es un bien extremadamente escaso en el espacio y utilizarlo como elemento de construcci贸n seria todo un desperdicio.

El polietileno, el mismo pl谩stico que podemos encontrar en las botellas de agua o bolsas de la compra, o el kevlar, la fibra sint茅tica que se utiliza en los chalecos antibalas, son otros candidatos prometedores. Por su alto contenido de hidr贸geno, consiguen reducir hasta un 30% la dosis de radiaci贸n recibida.

Imitar soluciones de la naturaleza

En la Tierra hay muchos organismos que son resistentes a la radiaci贸n, especialmente ciertos hongos radiotr贸ficos que han crecido en Chern贸bil, como el Cladosporium sphaerospermum. Algunos investigadores sugieren que podr铆amos utilizarlos como un escudo viviente para los viajeros espaciales.

Los experimentos realizados en la Estaci贸n Espacial Internacional revelaron que solamente 1.7 mil铆metros de este hongo son suficientes para reducir cerca de un 1 % de radiaci贸n. Adem谩s, es un organismo que aprovecha la radiaci贸n para crecer, en un proceso llamado radios铆ntesis, de manera que su funci贸n protectora podr铆a aumentar a medida que la misi贸n en el espacio avanza.


Cladosporium sphaerospermum tras 14 d铆as de cultivo a 25 grados. Medmyco/ Wikimedia Commons, CC BY

Otros organismos recurren a la melanina, una mol茅cula que en los humanos da color a la piel, los ojos y el pelo, y que adem谩s ofrece un escudo contra los rayos del sol. Al ser flexible y ligera, se baraja su empleo como biomaterial para su aplicaci贸n sobre la piel de los astronautas como una crema solar o, incluso, sobre la estructura de la nave.

Burbujas magn茅ticas protectoras

En la misma l铆nea, algunos cient铆ficos est谩n explorando la posibilidad de generar campos magn茅ticos similares al que protege la Tierra. Proyectos como el SR2S del CERN o el CREWHat de la NASA trabajan en un dise帽o de bobinas magn茅ticas superconductoras capaces de generar un campo magn茅tico alrededor de la nave espacial para desviar hasta un 50 % de los rayos c贸smicos da帽inos.

Adem谩s, tenemos f谩rmacos para tratar la exposici贸n a la radiaci贸n, no solo para los astronautas, sino para posibles accidentes en la Tierra, por ejemplo, en centrales nucleares, instalaciones m茅dicas o de investigaci贸n, o en otras situaciones de emergencia radiol贸gica o nuclear. Algunos ejemplos son el yodo estable, citocinas o quelantes y productos para eliminar sustancias radiactivas.

As铆, en un futuro viaje a Marte, la seguridad contra las part铆culas c贸smicas da帽inas vendr谩 de una combinaci贸n de diferentes soluciones, algunas basadas en tecnolog铆a que ya tenemos y otras, quiz谩, de ideas innovadoras en las que a煤n no hemos pensado.

ENLACES:

https://theobjective.com/sociedad/ciencia/2024-04-15/radiacion-amenaza-colonizacion-marte/

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